Pedaleando hacia la reflexion
El creía que observaba todo desde un rincón, que todo lo percibía y lo meditada, talvez su madurez para ver las cosas no era la mejor pero se sentía cómodo mirando a las personas que lo rodeaban… Mira su caras, gestos movimientos e incluso puede percibir sus intensiones, para el todo es compresible, una risa, un reclamo, todo tiene su por que… todo es explicable… detrás de un pendrive y su música y arriba de una bicicleta lo cree posible todo y se haya protegido de un mundo el cual te cada vez te exige mas… mas trabajo, mas estudio, mas tiempo!! Con su música sigue pedaleando rodeado de gente extraña para sus ojos, llama su atención el hecho de ver gente en su mismo estado, con música en sus oídos y observando cada movimiento de los demás. El cruza miradas, con algunas recibe respuestas y con otras indiferencia y así sigue su camino con un destino al parecer no claro… decidió salir solo a liberarse y dejar la rutina, aclarar su mente, solucionar problemas internos que muchas veces no lo dejan dormir…. y cuantas noches desperdicio en pensamientos sobre inconvenientes que no valían la pena y que solo después de resolverlos siente calma. Y una forma súper eficiente que tiene para hacerlo, es montarse en el fruto de su dedicación y esfuerzo y con temas que contengan esa atmósfera que lo sumerja en una especie de trance… solo eso necesita para salir de su melancolía y desconsuelo, muchos piensas que el, al aparentar ser una persona alegre y feliz, no lo afectan sus problemas y complicaciones, pero solo el con su método puede dar esa apariencia.
En su camino a lo desconocido intenta darle un rumbo a su vida, no sabe que hacer de ella todavía, demasiadas dudas dominan su mente, tantas interrogantes…. Una vez hace tiempo leyó algo lo cautivo y lo creyó aplicable a su vida, era una especie de enseñanza, el leyó “Un hijo y su padre estaban andando por las montañas. De repente el hijo se hizo daño y gritó -¡Aaaaaahhhhhh!- Sorprendido oyó como la voz se repetía en algún lugar de la montaña:-¡Aaaaaahhhhhh!- Con curiosidad, gritó, -¿Quién eres?- Se enfadó con la respuesta y gritó -¡Cobarde!- Recibió la respuesta ¡Cobarde!- Miró a su padre y preguntó - ¿Qué esta pasando? El padre se sonrió y dijo, -Hijo mío, presta atención.- El padre gritó a la montaña -¡Te admiro!- La voz respondió - ¡Te admiro!- Otra vez gritó el hombre - ¡Eres un campeón!-La voz respondió - ¡Eres un campeón!- El chico se sorprendió, pero no entendió. Así que su padre explicó – La gente lo llama Eco, pero la verdad es que es la vida.-
Nuestra vida es simplemente un reflejo de nuestras acciones. Si quieres que haya más amor en el mundo, crea más amor en tu corazón. Si quieres que haya más competencia en tu equipo, mejora tu competencia. Se puede aplicar esa relación a todo, a todos los aspectos de la vida; La vida devolverá todo lo que te la has dado. Tu vida no es una coincidencia. ¡Es un reflejo de ti!”. Después de meditarlo durante unos minutos… encontró mucha verdad en lo leído pero no toda la razón, el pensó que uno no depende de un solo factor que es el YO, si no también de un conjunto de personas y cosas, si uno entrega solo amor, no siempre te devolverán lo mismo…
Su viaje llego a su destino final… su casa, el salio solo por unas horas sin interrupciones y pausas, solo con el objetivo que se platea de vez en cuando, salir solo el, su bicicleta y su música, y no eligiendo una ruta o destino, solo se guía por sus pensamientos y sentimientos y por la búsqueda intensa por mejorar como persona…